Desde el principio, el equipo del programa Enmagiados tuvo claro un concepto: originalidad. Nuestro programa no iba a ser una adaptación de antiguos programas de magia. Tampoco queríamos hacer una mera traslación de espectáculo teatral o espectáculo televisivo.
Nuestro propósito era crear algo nuevo.
Por supuesto, enseguida nos dimos cuenta de la dificultad que esto entrañaba: no podíamos grabar un programa cuyo argumento fuera trucos de magia para hipnotizar al público. Tampoco podíamos simplemente grabar como un mago hacía trucos de magia delante de una cámara. Necesitábamos algo más.
Y ese extra, surgió de la nada. Mientras Tamara y Jerónimo me proponían ideas, y yo me dedicaba a declinarlas sin compasión, una bombilla se encendió. Realmente no recuerdo quien fue el cerebro. Simplemente recuerdo la idea: “Imagínate: Jero llega a una oficina, y allí esta Tamara que le recibe. Jero se enamora de ella, y se la intenta ligar con magia”.
De una idea casi pueril, nació todo el entramado Enmagiados.
Día a día comenzamos a pulir el formato: el centro rotativo sería un truco de magia. El más espectacular que nos pudiera ofrecer Jerónimo. Y a partir de él, formar una historia, donde éste pudiera encajar perfectamente. Una historia de amor, de acción... toda ella acompañada de humor, teatralidad y muchos trucos de magia.
Por otro lado pensamos en introducir una sección algo especial: "historia de la magia". Donde Jero nos iría desvelando, capítulo a capítulo, las biografías de los mejores magos, anécdotas...
Esta sección solo duró un programa. Nos dimos cuenta de que rompía completamente el ritmo narrativo del programa.
Tras un mes de cavilaciones, habíamos encontrado el formato original de Enmagiados. Poco a poco lo iríamos modificando, a vecesincluso, hasta el absurdo.
Carlo Marella
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