“United States of Tara está producida por Steven Spilberg”. Es lo que me bastó para comenzar con esta serie. Triste pero cierto. Y realmente fue un acierto. Nos encontramos ante un show diferente, atrevido y realmente novedoso. El humor negro y la psicología son la base de esta serie, que regresa al descuartizamiento emocional del personaje principal como hilo conductor argumental. Como las buenas series.
El argumento trata de Tara (Toni Collete), un ama de casa de mediana edad, que sufre un desorden disociativo de personalidad. Es decir, cuando sufre una situación de estrés, Tara cambia de personalidad aleatoriamente hacia cualquiera de estas tres personalidades:
· T: una adolescente promiscua y buscona.
· Buck: típico red-neck americano.
· Alice: una ama de casa perfecta, inspirada en el cliché de los cincuenta.
Todo este desorden emocional lo sufre su familia:
· Max Gregson (John Corbett) es el paciente marido de Tara que intenta minimizar los efectos provocados por los cambios de personalidad de su esposa.
· Kate Gregson (Brie Larson) es la hija adolescente de Tara que tiene los problemas típicos de su edad. Trabaja en un restaurante y tiene un peculiar extraño gusto para elegir a sus novios.
· Marshall Gregson (Keir Gilchrist) es el sensible hijo de Tara. Tiene catorce años, es homosexual y está enamorado de un chico de su clase.
· Charmaine (Rosemarie DeWitt) es hermana de Tara. Siente que su hermana necesita ser siempre el centro de atención y que para ello finge tener personalidad múltiple.
Muy buena serie, que navega entre el humor negro y el drama, todo combinado con situaciones del día a día de cualquier persona. Una mezcla perfecta, que realmente ha tenido muy poco reconocimiento por parte de los críticos.
Muy recomendable
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