Hoy, 31 de enero, los ilusionistas de todo el mundo celebramos el día de nuestro patrón, San Juan Bosco. Fueron los propios magos de mediados del siglo XX quienes, en un congreso internacional celebrado en Segovia, lo escogieron como modelo y protector.
"Los ilusionistas llevan al diablo en sus manos
y a Dios en su corazón" (San Juan Bosco)
Giovanni Bosco (1815-1888) fue un sacerdote moderno, cercano a los jóvenes más pobres, que supo ganarse la amistad de éstos con técnicas inspiradas en el ilusionismo, evitando que muchos fueran a la cárcel y que tomaran en su vida el mal camino. Pero sus juegos inofensivos para atraer la atención de los fieles no fueron del agrado de algunos, quienes lo denunciaron bajo la creencia de que detrás de tales demostraciones de magia estaba el diablo. Así, para evitar represalias, tuvo que demostrar que efectivamente se trataba de ingenio y habilidad y no de una posesión demoníaca. Aclarado el asunto, se le permitió seguir con su particular forma de transmitir el evangelio.
San Juan Bosco fue canonizado por Pío XI en 1920, quién escribió de él que "en su vida, lo sobrenatural se hizo casi natural y lo extraordinario, ordinario". No encuentro mejor elogio para un ilusionista.
Jerónimo Gómez Escamilla.
jero me gusta muxisimo esta entrada, es muy bonita!!! xD un beso!!
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