La Federación Española de Fútbol ha mostrado su preocupación por el estado del césped del estadio San Darius y San Girenas de Kaunas, donde el martes se mide a Lituania. El mal estado del campo es una preocupación añadida, pues nadie desea que algún jugador pueda salir lesionado del partido, en vista de que los equipos se encuentran ya en la parte decisiva de la temporada.
Durante la tarde de ayer, los operarios trabajaron con rastrillos en el campo, pero nada hacía indicar una mejora significativa del estado del terreno de juego, en el que apenas se podían apreciar briznas de hierba.
En el terreno deportivo, Lituania, que llega con la cara lavada a base de cambios en el once desde que la derrota en Salamanca (3-1) querrán destruir. Ya lo anticipó Jankauskas en la previa, y ordenarse para sufrir lo menos posible en defensa. Cuando toque ir hacia arriba van a buscar transiciones rápidas ya que ni el terreno de juego ni las vergüenzas técnicas de los medios invitan a otro plan.
Todo queda pendiente de lo que diga un delegado de la UEFA, enviado para revisar las condiciones en las que se tendría que jugar el encuentro.
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