127 horas son las que pasó atrapado en mitad de la nada Aron Ralston. Una película basada en hechos reales que hace estremecerse al espectador debido al realismo brutal con que Danny Boyle, el director, nos sorprende en cada escena. Una sucesión de descargas de adrenalina casi constantes, en su primera parte que te hace quedarte inmóvil esperando que vaya a ser lo siguiente. Pero lo más sorprendente es como la gran parte de la película discurre en la misma escena, las 127 horas que Aron pasa atrapado por una roca que aprisiona su brazo. Al más puro estilo Buried consiguen que algo que debiera ser un tostón se convierta en una verdadera película de acción sin que se mueva la escena.
La historia, como hemos dicho, es la de Aron Ralston intrépido montañero y escalador norteamericano conocido porque en mayo de 2003, durante una escalada por los nada transitados cañones en Utah, sufrió una caída y su brazo quedó atrapado por una roca dentro de una profunda grieta. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución alternativa, tuvo que tomar una dramática decisión.
Aron Ralston |
A partir de una trama tan estrecha como esta tanto Danny Boyle como James Franco (actor principal que interpreta el papel de Aron), consiguen realizar un peliculón con todas las letras. La crítica de esta película es casi unánime, no bajando del notable en casi ningún periódico nacional. Destaca la rapidez de la película, que consigue que esos 93 minutos pasen como una exhalación. Y sobre todo el papel del director y la gran interpretación de Franco, que refleja el sufrimiento, la desesperación, el afán de superación y las ganas por sobrevivir de una forma espectacular. Como así destacó Mariló García en Cinemanía: “Franco en una de sus mejores interpretaciones (...) Lleva a pie juntillas durante hora y media una premisa: ser una peli de acción con un tío que no se mueve. En eso, Boyle lo ha bordado.”
Es sin duda una película que hay que recomendar, y no encuentro mejor manera que con la reseña que A. O. Scott del New York Times realizó sobre esta película: “Un trepidante espectáculo visual lleno de suspense. (...) Decir que esta película se te mete debajo de la piel es apenas una figura retórica. La película te conmueve, te sacude y te transmite la alegría de estar vivo.”
Tamara Criado Gómez
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